domingo, 3 de abril de 2011

Trenzas de alcaravea


Estas trenzas son muy sencillas de hacer y riquísimas (opinión avalada por mis conejillos de indias ;-), no son demasiado dulces y con un te o solas son un buen tentempié para la mañana o la tarde.

La alcaravea es una semilla de la familia del anís, aunque su sabor es más suave que el de éste, es muy digestiva y según las abuelas, es muy buena para ayudar a las madres que dan el pecho a segregar leche y también ayuda con los cólicos de lactantes.

Trenzas de alcaravea
  • 3 tazas de harina integral o harina normal (300g de integral ó 330 de normal)
  • 1/2 de taza de aceite vegetal (90g de aceite)
  • 2/3 de taza de azúcar (100g de azúcar)
  • 2'5 cucharaditas de levadura química
  • 2 huevos
  • 1 cucharadita colmada de sal
  • 2 cucharaditas de alcaravea
  • 1 clara para pintar las trenzas (opcional)
Batir los huevos con el azúcar hasta que empiecen a crecer. Añadirle el aceite (yo uso de oliva virgen extra de sabor intenso y el resultado me gusta mucho más que con otros aceites más suaves)
En una fuente ancha y alta, mezclar la harina, la levadura, la alcaravea y la sal. Hacer un hueco en el centro y añadir los ingredientes líquidos. Mezclar con una cuchara de metal hasta que todos los ingredientes se mezclen bien, pero sin amasar.
Si se hacen con harina integral, dejar la masa reposar tapada en la fuente 15 minutos para que el salvado se hidrate bien.
Pasar la masa a una superficie ligeramente enharinada y acabar de compactarla amasándola ligeramente con las manos.
Para trenzas grandes hacer con la masa 25 bolitas (algo más pequeñas que una bola de pinpón) y para trenzas pequeñas hacer 50 bolitas (del tamaño de un huevo de codorniz, aproximadamente).
Sobre la superficie de la cocina formar con las bolitas de masa bastoncitos de unos 20 cm de largo para trenzas grades y de 10 cm para pequeñas, doblarlos suavemente por la mitad y retocerlos un par de veces para trenzarlos.
Disponer las trenzas sobre una bandeja de horno engrasada dejando 3 cm de separación entre ellas, pincelarlas con la clara batida para darles brillo y cocer a 180ºC 20 minutos para las trenzas grandes y 15 minutos para las pequeñas (o hasta que estén doradas).
Sacar del horno, dejarlas reposar 3 minutos y luego pasarlas a una rejilla para que se enfríen.

Las trenzas de harina integral se expanden más en el horno


mientras que las de harina normal quedan más compactas (como los grisines de pan)

Estas están adornadas con parte de las dos cucharaditas de semillas de alcaravea.

Ambas quedan muy crujientes y se conservan muy bien, más de una semana (¡si es que no se acaban antes!) en una lata de metal.

Tengo muchas ganas de probar una versión salada, comino, pimentón y queso manchego. Ya os contaré.

3 comentarios:

Ajonjoli dijo...

y la textura ¿como es? ¿tipo galleta? ¿o más blandita?

Mar dijo...

Hola, Ajonjoli!
Las integrales quedan con textura de galleta con muchos alveolos y muy crujientes si se doran bien, mientras que si las dejas menos tiempo en el horno tienen textura abizcochada.
Las de harina blanca salen hipercrujientes, se expande mucho menos la harina y su textura es con la de los grisines de pan.
Besos y gracias por pasarte por este blog tan vago.

Mar, de los Sabores Perdidos.

Cocco dijo...

Acabo de descubrir tu blog, gogleando en la red! Me gusta mucho la manera en que compartes tus recetas, además de que como ésta, están todas riquísimas. Te sigo desde ahora.

Cocco, desde el caribe insular
aprendo-y-cocino.blogspot.com