jueves, 10 de enero de 2008
HEMC #18 Navidad: potaje, misa y sanseacabó.
Hace no muchos años, cuando España se recuperaba de una guerra civil y no había tanto dinero, la Navidad en los hogares humildes era una fiesta religiosa y poco más.
El 24 de diciembre era día de vigilia y por tanto, no se probaba la carne. Para la comida de Nochebuena se preparaba un potaje con bacalao, se iba a misa y la vida continuaba sin cenas ni atracones, sin regalos, sin despilfarrar dinero ni todos aquellos excesos que nos horrorizan (o deberían) de estas fiestas.
Pero como todo calendario religioso que se precie tiene asociado ciertas costumbres (la mayoría de ellas gastronómicas) y existen excepciones al potaje ramplón, los más pudientes disfrutaban de todas ellas. Con el tiempo estas costumbres, junto a otras venidas de fuera, han ido estableciéndose entre todos los hogares patrios sin que sepamos ya qué es lo tradicional y qué es lo que nos han remetido por activa o por pasiva hasta hacerlo costumbre...
Potaje de vigilia (4 personas):
-4 puñados de garbanzos
-4 puñados de judías blancas
-1 cola de bacalao desalada durante 24 horas
-media cebolla
-4 dientes de ajo
-2 puñados de espinacas o 2 pencas de acelga
-5 cucharadas de aceite de oliva
-sal
-laurel
-1 cucharadita de harina
-2 huevos de pelotillas
Se ponen a remojo la noche antes las judías y los garbanzos. Una vez rehidratados, se ponen a cocer los garbanzos en agua con una hoja de laurel y la cola de bacalao (ha de estar aún un pelín salada para que de más sabor al plato). Pasada una hora, subimos el fuego y añadimos las judías sin que pare el hervor de la olla.
Bajar de nuevo el fuego al mínimo y cocer muy lentamente.
A las dos horas de cocción, probar de sal para ver si necesita algo más. Hacer entonces un sofrito con los ajos y la cebolla cortados en trozos de 1 cm. Cuando estén dorados, añadir la harina y cuando esté tostada, poner el pimentón con la sartén fuera del fuego para que no se queme.
Añadir este refrito al potaje, junto con las espinacas o las acelgas lavadas y picadas y dejar cocer otra hora, o hasta que las legumbres estén tiernas pero no deshechas.
Media hora antes de retirar el potaje del fuego, añadir las pelotillas.
Si vemos que el potaje necesita más líquido durante la cocción, se le puede ir añadiendo agua hirviendo para que los garbanzos no se encallen (endurezcan).
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6 comentarios:
Soberbio el potaje, a nosotros nos chifla.
Anímate y pon la receta en el HEMC de este mes, va sobre legumbres...
Un beso.
Pues mira que me encanta a mí este potaje me encanta, aunque no soy muy amante del bacalao....mi madre lo hacía muchas veces, pero le llamaba, potaje de semana santa..??? Me tengo que animar a hacer potajes, es que no me atrevo con ellos, no sé porque será.. Un beso.. Bea
A mi me pasa como a Bea, en casa de mi madre en Cuenca se hacia en Semana Santa y se llamaba potaje de vigilia. A mi hermana y a mi de pequeñas nos parecia un espa´nto, y ahora..nos encanta...que recuerdos me han traido. Un beso y feliz regreso
Adi:
En cuanto lo vuelva a preparar y le ponga la foto, lo pongo en el HEMC. Mil gracias por la idea, reina.
Bea y Su:
¡¡¡¡A mí de pequeña me pasaba igual!!! Odiaba el potaje...sin embargo ahora me encanta, me pirra, me vuelve loca. Además mi madre lo enriquece con gambitas, chipirones, setas, almejas y demás cosillas de vigilia "de ricos", así que como para hacerle ascos ;)
Así que animaos a hacer el potaje con cualquier fruto de mar y veréis que riquísimo que sale.
Besos.
Mar que recuerdos y que realidades, es verdad que se ha perdido mucho del misticismo de estas fietas, y se ha dado lugar mas al consumismo....habra que poner para que se retome estas maravillas como la que has puesto.
Un abrazo,
Soraya
Hola Soraya. A mi es que este año la Navidad me ha dejado un pelín escandalizada, porque al margen de si una persona celebra la fiesta religiosa o no ¡¡¡¡todos celebramos la fiesta consumista hasta extremos increíbles!!!!
Menuda locura...
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