Las galletas son normalmente bastante fáciles de hacer: no llevan muchos ingredientes, cuanto menos se amasen mejor, necesitan poco tiempo de horneado y se conservan durante más tiempo que los bizcochos y masas fermentadas. Para mi sólo tienen dos inconvenientes: hay que darles forma y la cantidad de mantequilla que llevan (hola, colesterol!!).
Estas galletas de hoy evitan estos dos inconvenientes, ya que llevan aceite vegetal y se les da forma sin rodillo ni cortapastas, sólo haciendo bolitas y aplastándolas con un tenedor (perdón por la cutrez de fotos, la cámara reflex está de reposo y sin luz natural no pude sacar nada mejor). Salen tan, tan ricas, que mis compañeros de curro (mis conejillos de indias que todo lo prueban) me ha puesto un piso y me han retirado de trabajar a cambio de que las siga haciendo.
La receta es del libro americano "Miette", una obra preciosa (en inglés) que conocí a través del blog Food and Cook. Las cantidades de las recetas viene en "cups" o tazas americanas, que equivalen a 250ml, y sus consiguientes fracciones: 1/2 cup, 1/3 cup y 1/4 cup. Esta forma de medir ingredientes es muy práctica, ya que no hace falta báscula de ningún tipo, tan solo tienes que llenar las tazas con los ingredientes, rasarlas y ale-hop!! recetas conseguida. Aún así, el libro también te da el peso de los ingredientes, pero claro, vereis que son unas cifras un tanto puñeteritas...
A la receta original, todo un clásico americano, le he añadido gotas de chocolate, ya que el toque salado de la mantequilla de cacahuete con el chocolate negro me encanta. Su textura es crujiente, arenosa y a la vez tierna.
Yo tardé en hacerlas 50 minutos, incluyendo el tiempo de horneado en dos tandas, así que si nunca has hecho galletas ¡¡ya es hora de animarse!!
Galletas de mantequilla de cacahuete con chocolate.
- 1 y 1/2 tazas (cups) de harina de repostería ó 213 g.
- 1 cucharadita de bicarbonato sódico.
- 1/4 cucharadita de sal.
- 1/2 taza de aceite de girasol o de oliva de sabor suave (llenar la taza hasta llegar a medio cm del borde) ó algo menos de 125 ml.
- 1/2 taza de azúcar blanquilla ó 113g.
- 1/3 taza de azúcar moreno ó 71 g.
- 1/2 cucharadita de esencia de vainilla.
- 1 huevo mediano.
- 1/2 taza + 2 cucharadas de mantequilla de cacahuete ó 156 g.
- 1/2 taza de gotas de chocolate (marca Hacendado)
Cubrir dos bandejas de horno con papel de hornear. Precalentar el horno a 180ºC.
Tamizar (pasar por un colador grande) la harina, la sal y el bicarbonato.
Batir (a mano o con varillas) el aceite y los dos tipos de azúcar con la vainilla. Incorporar el huevo y batir hasta que se integre del todo.
Añadir la mantequilla de cacahuete y remover bien hasta que se mezcle con el resto de ingredientes.
Mezclar las gotas de chocolate con la harina y añadirla a la mezcla anterior de mantequilla de cacahuete.
Mover con una cuchara de metal lo justo hasta que desaparezca la harina. El aspecto no será el de una masa unida y flexible, pero no te preocupes, tiene que tener ese aspecto "desunido".
Coge montones de masa de tamaño algo mayor que un huevo de codorniz (yo uso una cucharilla-medidora de 15 ml). Presiona cada montón con la mano dos veces para compactarlo, luego dale forma de bola. Pon estas bolas sobre las dos bandejas del horno, separándolas entre sí 5 cm.
Cuando tengas todas las bolas listas, aplánalas con el dorso de un tenedor. Los bordes de la galleta se agrietarán, pero no te preocupes, es normal.
Hornea diez minutos cada bandeja. Durante este tiempo, las galletas se volverán mas pálidas y se expandirán ligeramente.
Pasados los diez minutos, sácalas y déjalas enfriar en la bandeja. No intentes cogerlas, estas galletas recién sacadas del horno son muuuuuy blanditas.
Tampoco las dejes mas tiempo en el horno para que se doren un poco mas, ya que quedarán muy duras.
Cuando las galletas están a penas tibias, pásalas a una rejilla para que acaben de enfriarse.
Cuando estén completamente frías, guárdalas en una caja de metal.
Consejos:
- Si al modelar las galletas, la masa no se compacta y no se pueden formar las bolas, es porque está demasiado seca. Añade una cucharada de aceite y una de agua y vuelve a mezclar brevemente la masa con una cuchara de metal.
- Si la masa está demasiado blanda para modelarla, quizá te pasaste al medir algún ingrediente líquido o simplemente a la masa le falta algo de harina. Añade una cucharada de harina, mezcla lo justo y prueba de nuevo. Si es necesario, añade otra poca más.
- Al enfriarse, las galletas se han quedado duras como piedras: eso es porque se han horneado de más. Recordad ¡¡diez minutos es suficiente, estas galletas no quedan doradas!!
1 comentario:
!Qué ricas! Me vienen de perlas, estoy sin peso y en casa no puedo hacer nada con mantequilla. Mi horno languidecía hasta hoy que voy a preparar estas delicias.
Me has alegrado el día, muchas gracias y besos
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